ATALAYA

viernes, 17 de mayo de 2013

Adiós.

Todo esto tiene su fin, y aquí termina. Este curso, después de mucho esfuerzo para que los trabajos pudieran salir bien y pudiéramos aprobar, todo a valido la pena.
Este blog me ha enseñado muchas cosas importantes y antiguas que ya apenas ni se usaban o simplemente, solo están en el recuerdo de aquellas personas mayores que trabajaban en el campo.
He aprendido a defenderme buscando información,  por que como se suele decir, no todo lo que se encuentra vale, tienes que ir cuadrando la información que te dan a tu texto.
Ahora conozco mas cosas de Extremadura, por que el primer día que llego nuestro profesor con las actividades que teníamos que hacer, nos quedamos todos pensando...¿qué será esto?, pero bueno, el supo sacarnos adelante y terminar así  de esta manera. Por eso muchas gracias a todos los que han puesto información en paginas de Internet.
¡¡Y FELIZ VERANO A TODOS MIS COMPAÑEROS!!

Cameranos en Zafra.

Los Cameranos eran un grupo de ganaderos. La mayor existencia que había era de nobles, situados en la Tierra de Camero, en las provincias de Logroño y Soria. A finales del siglo XVII se asentaron en Extremadura y Andalucía, principalmente en Zafra y Almendralejo.

Durante la Edad Media, el territorio de los Cameranos, se encontraba en la frontera con los reinos musulmanes. Así pues los reyes les recompensaron con tierras y señoríos. Gracias a esto los Cameranos pudieron fundar sus fortunas en la crianza y el comercio de la lana fina.
A finales del siglo XVI tuvo lugar una emigración a los territorios de Castilla la Nueva, Andalucía y Extremadura. Muchos de los Cameranos se asentaron en Almendralejo y Zafra, donde se les reconoce y se les recuerda con la Avenida de los Cameranos. Algunos de estos Cameranos fueron Pedro Romero de Tejada, el cual fundó en el siglo XVIII y XIX un negocio de exportación de lana. Este negocio se ha extendido por buena parte de Europa.

En Zafra dejaron unos de los retablos de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Este retablo es llamado Virgen Valvanera.

Una inscripción de la iglesia del Convento de Santa Clara.

Una tarde, mi madre y yo decidimos ir al Convento de Santa Clara, en la localidad de Zafra ya que yo tenia que hacer un trabajo. Cuando entramos empezamos a buscar las inscripciones que el maestro nos había indicado. Había ocho muy bien conservadas, pero al fin encontré la que yo quería, ya que esta era mas pequeña, mas fácil de leer y es la que mejor conservada está. La inscripción nos dice: SEPULTURA DE FRAN LOZANO MONTESINOS Y DE SU MUJER ISABEL SANCHEZ GORDILLO Y SUS HEREDEROS AÑO 1632.
Esta son alguna de las ocho inscripciones que hay:











La portada del hospital de Santiago (Zafra)

 El día 28 de Mayo por la tarde fui con mi madre al Hospital de Santiago, bueno, a la portada, porque dentro creo que no se puede acceder. 
Antes era famoso como Hospital de la Salutación. 

Cuando llegue, me quede impresionada, por las pinturas, las distintas formas raras hechas en la pared (flores, enredaderas,…), pero sobretodo, me quede recordando la escritura que ponía en el cartel, ya que este me podía servir de gran información para mi trabajo. 




Cuando me detuve a leerlo, me imagine, como tenía que ser aquello en esos años, por lo que ponía fue fundado en el siglo XV por los Duques de Feria para enfermos pobres de la población, pero este también fue la residencia de los Suárez de Figueroa, en Zafra.

Se sitúa en una calle sin salida, y está casi al lado del bar Las Palmeras. 


Desde el punto de vista artístico, es de un gótico floral. Tiene un arco en la portada con una imagen pintada.




Un antiguo convento desamortizado. (San Onofre)

Una tarde, mi madre, mi padre y yo, salimos de ruta por los campos de La Lapa, y aprovechando que teníamos que hacer un trabajo de ciencias sociales, nos fuimos al convento de San Onofre, este claustro, antes de reconstruirse como ahora está, fue una ermita, construida hacia el 1447 por el primer Conde de Feria, Don Lorenzo Suarez de Figueroa.

Desde su fundación está dedicada a la memoria de San Onofre, patrón de La Lapa y anacoreta que vivió en el desierto egipcio hacia el siglo IV. El convento sufrió varias modificaciones y ampliaciones (a cargo del Conde y de los Duques de Feria).




Tras estas ampliaciones el monasterio tuvo una iglesia, un claustro, un mirador, una alberca, celdas, refractario y otras dependencias.





Su decadencia viene, como en otros muchos casos de patrimonio eclesiástico, tras la desamortización de Mendizábal (1836), este convento pasa a manos nacionales. El nombre de La Lapa es un término portugués, que en castellano significa  "cueva" y recibió este nombre por una pequeña cueva que se hallaba en la parcela de este Convento, que siempre fluía una cantidad de agua en su interior. Es una pena que, hoy en día, solo se conserven algunos muros, cubiertos parcialmente de esgrafiados.





En cuanto a la historia es muy amplia, el monasterio estaba constituido  por un gran complejo formado por el convento y sus 4 ermitas, una estaba construida toscamente y la otra estaba adornada con bellos azulejos. 



Actualmente casi todo es ruina y desolación en torno a lo que resta del convento, menos algunos muros cubiertos parcialmente de esgrafiad (como escudos) y algunos elementos aislados como por ejemplo una puerta con restos de inscripciones, la alberca y una capilla utilizada como gallinero. 




Éstos nos hacen pensar y volver a un pasado de lo que pudo llegar a ser, un convento grandioso pur sus dimensiones y terrenos, pero estropeado por medio de los materiales que fueron extraídos para la construcción de la iglesia parroquial.

domingo, 17 de febrero de 2013

La virgen de Guadalupe.



Se trata de una talla románica ejecutada en madera de cedro, que, según una antigua leyenda, fue encontrada por un pastor de nombre Gil Cordero, vecino de Cáceres, a quien se le apareció junto al río Guadalupe, del que tomó nombre tanto el pueblo como la Virgen.

Mide 59 cm y pesa 4 kg (la escultura completa) y tiene el rostro negro, como su propia madera indica. El niño que tiene en sus brazos mide 23 cm y pesa 200 g, la mano derecha es de plata del siglo XVI.

El niño es del mismo estilo románico, presenta una mano derecha en plata tras haber pasado por un proceso de restauración. Sus medidas son 23 cm. de alto y pesa unos 200 gr. Toda la imagen presenta la poca expresividad característica del románico. El  Niño pende de un anillo sujeto a los vestidos de su madre. 
Igualmente realizada en madera, de él, lo mismo que la Virgen, solo se aprecia su rostro (modelado en pasta) y su pequeña mano derecha que está en actitud de bendición. La mano del, Niño sin embargo, esta efectuada en plata.

La talla se asignó inicialmente al grupo de Vírgenes negras de Europa occidental de los s. XI y XII. Desde el s. XIV aparece vestida con ricos mantos y joyas, dándole ese carácter triangular que la caracteriza.

Sobre sus orígenes se han dicho muchas cosas, e incluso se la vincula a  San Lucas, quien pudiera ser su autor o propietario. Dice la leyenda que, muerto el evangelista, en el siglo I en Acaya (Asia Menor), la imagen fue enterrada junto al Apóstol y trasladada con él en el s. IV a Constantinopla y posteriormente a Roma. Finalmente, la imagen llegó hasta la península Ibérica gracias a la amistad del Papa Gregorio Magno con el Arzobispo de Sevilla. En el 711 llegaron a esta ciudad los musulmanes y los clérigos huyeron llevándose con ellos la talla escondiéndola en las márgenes del Río Guadalupe, cerca de la falda sur de los Montes de Altamira, próximos a las Villuercas. Su reaparición se produjo con la Reconquista, a finales del s. XIII ó primeros años del s. XIV.

Una inscripción en el Teatro Romano de Mérida.


Según su fecha inscrita en el propio teatro su construcción se produjo en los años 15 a 16 a. C. En la puerta de acceso hay una inscripción dedicada a Agripa. Inscripción conmemorativa de M. Vipsanio Agripa, patrono de la colonia augusta Emérita (Mérida, Badajoz) y fundador del teatro romano de la colonia. Texto: M(arcus) AGRIPPA L(ucii) F(ilius)CO(n)S(ul) Tertius TRIB(unicia)  Inscripción monumental en el dintel de uno de los dos accesos a la orchestra del teatro de Augusta Emerita, dedicada a Agrippa como cónsul por tres veces y en su cuarta potestad tribunicia.